miércoles, 10 de agosto de 2011

Etapa 7. Neustad-Regensburg.

Noche de camping, desmontamos las tiendas sin prisas a sabiendas de que en unos 15 km cambiaríamos las burras por el barco.


Hemos pasado mala noche; lluvia y viento. Ya en ruta nos dirigimos a un enorme monasterio escondido en un no menos enorme cañón de paredes de caliza. Nos embarcamos en un barco que parecía demasiado grande para navegar por el todavía estrecho río, pero esta gente conoce a la perfección el Danubio y sus corrientes y las aprovechan para gobernar con destreza.


Al final del trayecto nos esperan unos 40 km hasta Regensburg. Paisaje espectacular, el río va ensanchándose cada vez más. La ruta ha sido durísima, no tanto por la distancia como por el horrible tiempo: nos han llovido cubos de agua, granizado, luego sol, luego más lluvia, ahora calor, ahora frío, en fin una locura.


Por suerte esta noche hemos pillado techo y cama en el albergue juvenil en pleno centro de esta preciosa ciudad.

1 comentario:

  1. Vamos a creer en vuestra palabra de que la ciudad es preciosa, por que lo que es nosotros lo terminamos de verlo claro.

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